ECG DEPORTISTAS: la inversión onda T en V1-3 no indica necesariamente cardiopatía en personas blancas de >16 años.

INVERSIÓN DE ONDA T ANTERIOR EN ATLETAS Y NO-ATLETAS JÓVENES BLANCOS

RESUMEN
La inversión de la onda T en cara anterior (ATWI, anterior T-wave inversion) en el electrocardiograma (ECG) en adultos jóvenes blancos puede relacionarse con tener una miocardiopatía, principalmente Miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (MAVD). Las recomendaciones del consenso europeo para la interpretación del ECG en atletas jóvenes (2010) refieren que una ATWI más allá de V1 necesita mayor investigación.

El objetivo del estudio fue investigar la prevalencia y significado de ATWI en una cohorte de adultos jóvenes blancos, incluyendo atletas.

INTRODUCCIÓN
Existe acuerdo general que la inversión de la onda T en derivaciones laterales e inferiores en individuos jóvenes requiere de mayor investigación, buscando una enfermedad cardíaca subyacente, en especial miocardiopatías. Además, ahora se sabe que atletas de raza negra y atletas jóvenes menores de 16 años (independientemente de la raza) pueden tener inversión de la onda T en cara anterior de V1-V4, como parte del espectro étnico o hallazgo fisiológico normal, respectivamente.

Sin embargo, el significado de ATWI, definido como la inversión de la onda T en 2 o más derivaciones contiguas de cara anterior (V1-V4) en adultos blancos varía, según las diferentes recomendaciones de expertos para interpretar el ECG en atletas. Las recomendaciones de la ESC 2010 sugieren iniciar mayores estudios en aquellos atletas con T negativas más allá de V1, mientras los Criterios de Seattle (2013) defienden investigar cuando la inversión de la onda T se extiende más de V2.

La importancia de estudiar las Ondas T negativas es que podemos ver hasta en un 6% de atletas de resistencia inversión de onda T en derivaciones anteriores de V1 a V2/V3, pero, por otra parte, existen miocardiopatías con inversión de la onda T de V1 a V2/V3, en gran parte personas con MAVD, y en menor proporción, pacientes con miocardiopatía hipertrófica (MCH), las cuales representan > 40% de las muertes súbitas cardíacas en atletas jóvenes.

RESULTADOS
Se estudiaron personas de 16 a 35 años (n=14,646), incluyendo 4720 mujeres (32%) y, 2958 atletas (20%), fueron evaluados mediante: cuestionario de salud, examen físico, ECG-12 derivaciones.

Los atletas tuvieron una carga de entrenamiento de 15.7 +/- 5.1 h/semana, mientras los no-atletas 1.8 +/- 0.6 h/semana.


PREVALENCIA DE ATWI
Un total de 338 individuos (2.3%) exhibieron ATWI. Fue más común en mujeres que en hombres (n=203 [4.3%] vs n=135 [1.4%], respectivamente; p<0.0001) y en atletas que no-atletas (n=103 [3.5%] vs n=235 [2%], respectivamente; p<0.0001) en ambos sexos.

Según el tipo de deporte, fue más prevalente en deportes de resistencia que en deportes de fuerza (n=82 [5.6%] vs n=41 [2.8%], respectivamente; p<0.0001).

DISTRIBUCIÓN DE ATWI
Un total de 260 personas (1.8%) tuvieron inversión onda T de V1-V2. Aquellos con inversión de onda T de V1-V2, constituían el 77% de todos los casos de ATWI. Solo 78 personas (0.5%) demostraron inversión de onda T más allá de V2, que estuvo representado por 56 mujeres (1.2%) versus 22 hombres (0.2%) (p<0.0001).

Entre atletas, la inversión de onda T de V1-V3 fue detectada en 19 mujeres (2.1%) versus 7 hombres (0.3%) (p<0.0001). ATWI profunda* fue más común en hombres que en mujeres (55.6% vs 33%, respectivamente; p=0.0166), pero sin diferencias entre atletas y no-atletas.

50 personas con ATWI (14.8%) exhibieron bloqueo incompleto de rama derecha, con inversión de onda T que no se extendió más allá de V2.


COMENTARIO
Según los resultados, es más frecuente encontrar ATWI en dos grupos concretos: mujeres y atletas. La explicación en el primer grupo radica por diferencias en la inervación simpática y el desplazamiento de las derivaciones precordiales debido al tejido mamario en mujeres.

En atletas, particularmente aquellos con > 15 h/semanales de ejercicio, se ha visto mayor prevalencia de ATWI. El deporte intenso, en especial el de resistencia, aporta una gran carga hemodinámica al ventrículo derecho que puede manifestarse en el ECG como ATWI.

En el artículo también se hace énfasis en un marcador de miocardiopatía en individuos con ATWI. Se debe valorar el punto J y la morfología del segmento ST en las derivaciones con onda T negativa, siendo marcadores de benignidad: Elevación del punto J > ó = 0.1mv de la línea isoeléctrica, y elevación convexa del segmento ST.

La prevalencia de ATWI fue del 2.3% en adultos blancos, y más frecuente en mujeres y atletas, por las razones arriba señaladas. Casi el 80% de ATWI está confinado en V1-V2, considerándose un fenómeno normal en individuos asintomáticos sin historia familiar de miocardiopatía o muerte súbita cardíaca prematura. Sin embargo, la inversión de onda T más allá de V2, solo estuvo presente en 1% de mujeres y 0.2% de hombres, y justificaría una valoración más detallada para excluir MAVD u otra miocardiopatía.


*ATWI: V1-V4 derivaciones precordiales anteriores. Una onda T con deflexión negativa > ó = 0.1mv en esas derivaciones, es considerada como anormal. ATWI profunda, si la deflexión negativa > ó = 0.2mv. En casos de onda T bifásica, se aplica el mismo concepto, pero para el componente negativo de la onda T.


REFERENCIA: 
Anterior T-Wave Inversion in Young White Athletes and Nonathletes. Prevalence and Significance

Aneil Malhotra, Harshil Dhutia, Sabiha Gati, Tee-Joo Yeo, Helder Dores, Rachel Bastiaenen, Rajay Narain, Ahmed Merghani, Gherardo Finocchiaro, Nabeel Sheikh, Alexandros Steriotis, Abbas Zaidi, Lynne Millar, Elijah Behr, Maite Tome, Michael Papadakis, Sanjay Sharma.

Journal of the American College of Cardiology  (J Am Coll Cardiol 2017;69:1–9)

Autor
Dr. Edgardo Alania